miércoles, 14 de noviembre de 2007

Zucco y Calhoa II


Tomado de Naturaleza indómita

La sed es una sensación que Zucco conoce bien; a pesar de la humedad del bosque su cuerpo clama por las refrescantes aguas del río, del líquido que gotea de hoja en hoja llenando la fruta descompuesta y colmando las vastas áreas pantanosas, los que también fluye en las venas de cada criatura del bosque.

Pero cercano a donde quiere beber yace una boa constrictor que brilla entre la vegetación descompuesta en el piso del bosque; en tamaño es la segunda serpiente más grande del Amazonas, después de la mortal anaconda; las más grandes pueden crece hasta quince pies. Sus cuerpos compuestos de poderosos anillos de músculos, se enrollan alrededor de sus víctimas, lentamente sofocándolas hasta la muerte.

Para asustar a sus enemigos la boa emite un siseo amenazante, lo cual generalmente es suficiente para desalentar a los más débiles y los más impresionables atacantes… como a Zucco, quien perturbado se niega el líquido refrescante y se retira apenado. Se estremece, su encuentro con la boa le dejó fuera de sí; Calhoa parece observar las acrobacias de su compañero condescendiente.

La repentina agitación de Zucco por la boa, saca de su letargo a Calhoa. Los jaguares están activos el 60% del tiempo y más a menudo en la noche, pero la cacería, el pescar o simplemente un refrescante baño, puede ocurrir en cualquier momento; Calhoa espera un baño tranquilo pero Zucco tiene otra idea: el quiere jugar y lanza un ataque sorpresa…

La pelea entre dos jaguares es sólo un combate ritual. Su propósito es el de validar el balance de poder entre ellos y deja claro que dentro de la jerarquía natural de las especies, algunos dominan y otros deben de someterse; para Zucco, quien el primero en retirarse, está claro desde el día en que se encontraron que él simplemente no representa reto para la fuerza de Calhoa.

Zucco impaciente espera a que Calhoa regrese para continuar jugando, pero sintiendo que su compañera está cansada de jugar, Zucco se retira; es mejor emboscarla cuando ella menos lo espera, pero ella se aleja en busca de tranquilidad y comienza a limpiar su pelaje…

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Zucco y Calhoa


Tomado de Amazonia indómita

Un extraño se aventura en un rincón desconocido de la selva. Es un jaguar hembra. El sol parece bailar sobre su piel, como la luz que los indígenas del río llaman calhoa: la luz que las hojas de los arboles reflejan después de la lluvia.

Zucco, un jaguar macho, quien está en su territorio, se aproxima a la intrusa, pero Calhoa muestra escaso interés en su anfitrión y prefiere tomar un baño.

Zucco no sabe cómo interpretar lo que está sucediendo. Se acerca cautelosamente; tiene sólo 6 ó 7 años, mientras que Calhoa, mayor que él, adopta la postura indiferente y altiva de los animales dominantes. Entonces Zucco, se lanza al agua para observarla más de cerca.

Calhoa perfora un pez con sus colmillos, pero se le escapa inmediatamente en el agua fangosa. Intenta palparlo con la pata... y finalmente lo encuentra.

Sin explicaciones previas, Zucco está siendo despojado de sus derechos de pesca, pero aún no se atreve a mostrar su enojo. Temeroso de enfrentarse a un congénere más fuerte que él, pretende tratar a la intrusa como huésped, esperando que ésta responda con agradecimiento. El sentido de la jerarquía de Zucco le dice que conserve la distancia. Y descubre que Calhoa no es del tipo que comparte.

El pescado es una de las principales dietas del jaguar y generalmente, comen la cabeza primero. Además, aprecian especialmente los coatíes, los pecaríes, las zarigüeyas y otros pequeños mamíferos que disfrutan en días de suerte.

Zucco se resigna y recobra el ánimo pacientemente mientras Calhoa, saciada, bosteza con satisfacción y aburrimiento; la hembra se aleja lentamente del agua: desde ahora, el territorio es también suyo; distrayéndose de su letargo se detiene frente al tronco de un árbol para observar lo infinitamente pequeño, en este caso, una mosca.

Entonces Zucco, decide intentar un contacto más íntimo; si Calhoa pretende permanecer en su territorio, al menos deben frotarse uno contra el otro, pero ella pone inmediatamente las cosas en orden y él entiende enseguida cuál de los dos debe someterse al otro.

Tan pronto como Zucco asume su posición, Calhoa acepta jugar el juego; ahora podrán enfrentar juntos la selva, tanto para retozar como por mantener el poder, matar y dar vida...